
En menos de tres años el Gobierno ha otorgado la residencia a casi 30.000 personas que han decidido invertir en España. Invertir en España está de moda. La cifra ha crecido notablemente desde que a mediados de 2013 se promulgó una ley que promueve la inversión extranjera en nuestro país facilitando la obtención de la residencia tanto para el inversor como para sus familiares.
Del total de visados otorgados para inversores más del 70% tiene su origen en una compraventa inmobiliaria. Sin embargo, las autorizaciones de residencia y trabajo tramitadas mediante este proceso también abarcan inversiones financieras y proyectos empresariales.
Al mismo tiempo, la normativa facilita la obtención del permiso de residencia para aquellos extranjeros que deciden emprender un negocio en España, figura de la que se han aprovechado miles de personas, fundamentalmente latinoamericanos. Los profesionales altamente cualificados son otro de los colectivos beneficiados, siendo varios miles quienes en los últimos tres años han logrado el visado mediante este proceso.
Para quienes desean invertir en España la legislación facilita la obtención del permiso de residencia, otorgándolo automáticamente si se cumplen ciertas condiciones. La alternativa favorita de los inversores es la compraventa inmobiliaria donde el requisito es que el valor de la operación sea de al menos 500.000 €. Para quienes buscan otro tipo de activos, las opciones son invertir dos millones de euros en deuda pública española o bien un millón en acciones, participaciones o depósitos radicados en nuestro país.
Como alternativa a la inversión inmobiliaria o financiera directa, la legislación también facilita la obtención del visado para quienes desarrollen un proyecto empresarial que genere empleo, produzca un efecto relevante en la región en la que se va a ejecutar o aporte una innovación tecnológica o científica significativa.
Una de las grandes ventajas de este visado es que no solo beneficia al inversor sino que también alcanza a sus familiares, incluso ascendientes y mayores de edad dependientes. Además, el permiso solo debe renovarse cada cinco años, lo que brinda la suficiente estabilidad y elimina gestiones burocráticos.
Para realizar el trámite, tanto la solicitud inicial como las posteriores renovaciones, no es necesario residir en nuestro país ni pisar suelo español. En BvSpain podemos llevar a cabo todo el proceso en su nombre, sin necesidad de desplazarse y pudiendo venir a España cuando lo desee para disfrutar de su inversión.
Si quiere conocer más sobre este trámite, no lo dude y consúltenos. En BvSpain estaremos encantados de ayudarle.